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domingo, 7 de diciembre de 2014

Ut pictura poesis en el Modernismo: Manuel Machado y el arte de pintar con las palabras (Museo y Apolo)

El Modernismo es un movimiento literario que nace en Hispanoamérica a finales del siglo XIX concretamente en 1888, año en el que Rubén Darío publica Azul como reacción al Realismo y Naturalismo, al utilitarismo y al Racionalismo Positivista. En una época decadentista en la que los artistas europeos sufren una profunda crisis existencial, el melancólico escritor modernista, siempre en defensa del lema parnasiano “el arte por el arte” huye hacia ambientes fantásticos, épocas pasadas en especial a la Edad Media y lugares exóticos. Los poemas modernistas comparten con la pintura el uso del color, por lo que las poesías llegan a ser ricas descripciones en gamas y contrastes cromáticos. El colorismo no pretende solamente mostrar una realidad, sino que posee una significación connotativa y sinestésica, es decir, los colores del poema, al igual que los del cuadro, transmiten ciertos sentimientos y sensaciones. Abundan en ellos los motivos preciosistas y elegantes, como el cisne y el claro de luna, símbolos muy visuales con los que reflejar la belleza; también, al igual que en los cuadros prerrafaelitas, aparece una amplia imaginería medieval. Asimismo, toma del simbolismo la idea verleniana de la sugestión, es decir, la literatura, del mismo modo que las melodías musicales y las manchas de color de las pinturas impresionistas, no debe hablar explícitamente, sino que debe sugerir; de ahí que los colores y otros símbolos son capaces de ofrecer una imagen difuminada de aquellas realidades misteriosas para el ser humano.

Dentro del Modernismo, uno de los grandes pintores de palabras es Manuel Machado, para quien la afición por la pintura de su familia, así como las influencias simbolistas y parnasianistas del momento fueron claves en la definición de su personalidad poética. Gerardo Diego  alega:  

“Era el autor de “Museo” y de “Apolo” no sólo un pintor con palabras, paisajista y artesano de calidades, diestro sumo de la pintura de género y no muerta, sino viva, viviente. No sólo un pintor con palabras que son a al vez formas, colores y músicas, sino un sicólogo finísimo, capaz de filtrarse hasta los más intrincados escondrijos del alma de su modelo. Aunque su modelo sea el propio Manuel Machado” (Diego, Gerardo apud. Carolina Corbacho Cortés: Poesía y pintura en Manuel Machado, Cáceres, Universidad de Extremadura, 1999, p. 19.)




No obstante, Manuel Machado no toma de la pintura solamente su técnica, sus recursos y sus posibilidades expresivas, sino que el arte pictórico es el tema exclusivo de dos de sus poemarios: Museo (1902/1907) y Apolo. Teatro Pictórico (1911).  Museo, que titulaba a una sección del primer libro de Machado, Alma (1902), se reeditó en 1907 junto con otros tres poemarios con el nombre de Alma. Museo. Los cantares, donde se añadieron las tres composiciones originales a otras nuevas. Plagado de tintes simbolistas, se trata de de un recorrido por la Historia de España a través de obras pictóricas reales o inventadas. Apolo. Teatro Pictórico (1911) constituye una especie de museo imaginario que reúne obras conservadas en su mayoría en el Louvre y en el Prado y por el que realiza una visita respetando, con pocas excepciones, el orden cronológico: los primitivos Fra Angelico y Van Laethem; Boticelli, da Vinci, Tiziano y Veronés en el Renacimiento; los holandeses y españoles Rubens y Rembrand, Zurbarán, El Greco, Velázquez, Murillo y Van Dyck; la escuela francesa del XVIII, Watteau y Goya; y, para finalizar, Garvany, Manet y Serget. Veamos dos ejemplos:


“Felipe IV”

Nadie más cortesano ni pulido
que nuestro rey Felipe, que Dios guarde,
siempre de negro hasta los pies vestido.

Es pálida su tez como la tarde,
cansado el oro de su pelo undoso,
y se sus ojos, el azul, cobarde.

Sobre su augusto pecho generoso,
Ni joyeles perturban ni cadenas
El negro terciopelo silencioso.

Y, en vez de cetro real, sostiene apenas,
con desmayo galán, un guante de ante
la blanca mano de azuladas venas.
              (Manuel Machado: "Felipe IV", en Antología Poética (ed. Arturo Ramoneda), Madrid, Alianza Editorial, 2007, p. 168-169)



                              Velázquez, Retrato de Felipe IV, 1634-1635, óleo sobre lienzo,  303,5 x 317,5 cm.
Museo Nacional del Prado


La Gioconda
Florencia –flor de música y aroma-,
patria del gran Leonardo, inanerrable
madre lo sutil y lo inefable…
Florencia de León y la Paloma.

Mona Lisa sonríe, Madona Elisa
mira psar los siglos sonriente.
Y nosotros también eternamente
llevamos en el alma su sonrisa.

    Sonríe la giocconda… ¿Qué armonía,
¿Qué paisaje de ensueño la extasía?
                                         ¿Por donde vaga su mirar velado?...                                           
                                                                                                    
                 ¿Qué palabra fatal suena en su oído?...                 
¿Qué amores desentierra del olvido?...
     ¿Qué secreto magnífico ha escuchado?...
(Manuel Machado: "La Gioconda", en Alma. Apolo (ed. A. Carballo Picazo), Madrid, Alcalá, 1967. 
  

(Leonardo da Vinci: Gioconda, 1503-1506, óleo sobre tabla, 77x532 cm. El Louvre.)                           

Propuesta de trabajo. Tras leer los sonetos de Museo y Apolo, visita virtualmente el Museo Nacional del Prado y el Louvre y, a partir de la información sobre sus obras que te proporcionan estas páginas, realiza un comentario comparativo en el que respondas de manera integrada a las siguientes preguntas:
1. Análisis métrico del poema
2. ¿Qué personaje retratan el cuadro y el poema? ¿Qué paisaje o naturaleza muerta describen?
3. ¿Qué características modernistas presenta el poema? ¿De qué manera dan expresividad a la composición?
4. ¿Qué rasgos de la obra pictórica se ensalzan en los versos?¿Por qué?
5. ¿Por qué has elegido ese cuadro y poema? ¿Te ha gustado? 


Otra propuesta de trabajo. ¿Te gusta el arte? ¿Tienes un cuadro o una escultura favorita?  ¿Y una canción o un edificio? ¿Y una ópera, ballet o película? Busca en páginas oficiales información sobre alguna obra e intenta componer una breve composición que verse sobre ella. 



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